Crítica literaria «De viaje con Darwin»
De la revista digital Proscritos Año 3 – Número
50 -Enero
de 2008.
LITERATURA
> LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL
De
viaje con Darwin
por Luis E. Gómez Arévalo
Luca
Novelli. Editorial Edelvives
febrero de 2009 se conmemorará el bicentenario del nacimiento
del gran científico inglés Charles Darwin. Para
preparar el evento, un autor italiano, Luca Novelli, emprendió
un viaje a América del Sur (Patagonia y Tierra de Fuego) a
finales de 2005 haciendo las mismas etapas que el joven Darwin
realizó entre 1831 y 1836, y ha reescrito –por decirlo de
alguna manera—, El viaje de un naturalista alrededor del mundo
la menos conocida obra del creador de la teoría del
evolucionismo.
El libro se publicó en Italia en 2006
con gran éxito, y hace unos meses la editorial Edevives lo ha
lanzado en nuestro país en una edición exquisita, un
verdadero lujo por el asequible precio de 15 euros. El libro tiene la
forma exacta de un Moleskine, el legendario cuaderno de notas
y dibujos con tapas duras y banda elástica que utilizaron
escritores y pintores en el siglo XX. Además, su interior está
lleno de sorpresas (desplegables acertadamente ilustrados, collages,
fotografías, dibujos, mapas, notas al margen, una lista de
áreas protegidas en la actualidad…) que lo convierten en un
libro distinto e inolvidable.
En el, en demasiadas ocasiones,
anodino panorama de la literatura para jóvenes este proyecto
sobresale por muchos motivos: borra las fronteras entre la literatura
de ficción y la puramente informativa, entremezcla géneros
con gran habilidad (cuaderno de viaje, ensayo histórico, obra
divulgativa y autobiografía fingida) y está escrito con
un entusiasmo y una calidad incuestionables.
Un libro que
contagia las ganas de viajar y comprender el mundo; un libro sobre
los animales maravillosos del fin del mundo, sobre el alma del gaucho
y los ríos perdidos en Tierra de Fuego; sobre el viento de la
Patagonia, los castores fugitivos y el mar más terrible del
planeta Tierra; un libro acerca de la teoría de la evolución
y el misterio de la vida; un elogio del compañerismo y de la
aventura. Un libro, pues, romántico —no hay que perderse las
escogidas citas de Shelley— en el mejor sentido de la palabra, pero
nunca aburrido.
Ojalá los próximos meses nos
deparen sorpresas tan gratas como ésta, pues los jóvenes
necesitan libros que los traten como tales y que les den nuevas
pistas para abordar la lectura en el siglo XXI. Este camino es
verdaderamente interesante.