
ROMPIENDO BARRERAS
El pasado 9 de octubre nos visitaron desde la Federación Extremeña de Asociaciones de Personas Sordas (FEXAS). En concreto, una profesional sorda, Maite Berrocoso -es «Agente de Desarrollo de la Comunidad Sorda«- acompañada de la Intérprete de Lengua de Signos Española, quien interpretaba simultáneamente la charla que impartía Maite.
En nuestro centro hay y ha habido alumnado sordo, y estas acciones de difusión y sensibilización sobre la sordera, sus repercusiones, las características de la Comunidad Sorda y su lengua como elemento de cohesión, la Lengua de Signos (no «lenguaje»), han venido realizándose tiempo atrás por parte de dicho movimiento asociativo, con el ánimo de sensibilizar entorno a las necesidades y derechos del colectivo, y dar a conocer una discapacidad muy poco visible socialmente (si no lleva ningún tipo de prótesis auditiva, ¿alguien sabe si la persona con la que se cruza por la calle es sorda o no?).
Nos hablaron acerca de la noción de Persona Sorda, del concepto real y social de Persona Sorda (capacidades e «incapacidades» sociales que les atribuimos), del error que supone llamarlas «sordomudas», un término obsoleto e incorrecto, puesto que las personas sordas tienen deficiencia auditiva pero no afectado el aparato fonador (tienen capacidad vocal pero no auditiva, esta última afectada total o parcialmente). Pueden hablar y de hecho lo hacen, con la ayuda de la rehabilitación logopédica.
Pudimos comprobar cómo hoy en día siguen vigentes las barreras en el acceso a la información y la comunicación, a pesar de todos los avances tecnológicos, que sí han facilitado mucho la vida de las Personas Sordas (ayudas técnicas en el hogar, posibilidades que ofrece Internet, etc.) pero que no han resuelto totalmente las carencias: falta de intérpretes en los distintos espacios de participación y accesibilidad en la información a través de vías diversas. También, cómo muchos de los elementos de su historia han influido sensiblemente en ellas: la denostada consideración hacia la Lengua de Signos y la consiguiente prohibición de su uso en colegios y demás ámbitos, la falta de información derivada de ello, las dificultades con la lengua oral y escrita y el sobre esfuerzo que tienen que hacer para acceder al conocimiento con estas circunstancias de fondo.
De la mano de la Comunidad Sorda va su cultura, tradiciones y costumbres que giran entorno a la Lengua de Signos y un sentimiento de identidad y pertenencia a un colectivo que comparte estos principios y valores. Y sí, la Lengua de Signos es una lengua, no un lenguaje, reconocida oficialmente en España desde el año 2007.
Vivimos en un mundo diverso, pero no siempre tenemos opción de experimentarlo. Está en nuestras manos construir ese mundo conjuntamente tras haber propiciado un acercamiento respetuoso y sincero a la diferencia. En definitiva, «Personas Sordas diferentes, Personas Sordas iguales en derechos» (lema del Día Internacional de las Personas Sordas de este año).